El asombro
- Nuria Rodríguez Molino
- 16 jul 2020
- 1 Min. de lectura
𝐿𝑎𝑠 𝑝𝑙𝑎𝑛𝑡𝑎𝑠🌱
Una de las experiencias más bonitas que podemos vivenciar desde la infancia es observar el crecimiento de una planta.
Sembrar, cuidar, observar un ser vivo, llena a la infancia de curiosidad por aprender, por saber cosas sobre la vida, a la vez que los hace conectar con su propio ser.
Que milagroso el proceso de germinación que vive una semilla y que grandes similitudes encuentro con todos los seres vivos. En una pequeña semilla se encuentra toda la esencia de un ser.
La infancia con este tipo de vivencias desarrolla su sentido de responsabilidad en la Naturaleza. Y empiezan a sentir el equilibrio del planeta Tierra y sus ecosistemas. Sintiéndose parte de un todo y con una misión especial en su vida.
Este tipo de educación consciente, se trabaja en la Pedagogía Montessori con la que conecto y desarrollo con los niñes cada día.
El cuidado de organismos vivos satisface uno de los instintos más puros de la mente de la infancia,es una conexión muy especial. Cuando observo a un niñe hacer estas actividades, me transmite paz, calma, armonía. Se crea un ambiente meditativo y de conexión interna. Para mí esta es la clave de la educación.
Esta vivencia crea en la infancia un profundo respeto a los seres que la rodean y sus ecosistemas. Un respeto por el equilibrio de la Naturaleza y la Vida.
Nuria🍃🌎
«Para mantener vivo en un niño su innato sentido del asombro, se necesita la compañía de al menos un adulto con quien poder compartirlo, redescubriendo con él la alegría, la expectación y el misterio del mundo en que vivimos». Rachel Carson
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